¿Por qué necesitaría acudir al Quiropráctico?

” El cuidado quiropráctico se está convirtiendo en una parte esencial e importante de la preparación para el parto de muchas mujeres embarazadas en Querétaro. “

En los Estados Unidos de Norteamérica, el 69% de mujeres embarazadas sufren de dolor en la espalda baja. Son éstas mujeres quienes se están dando cuenta de los beneficios de los ajustes quiroprácticos mientras se preparan para dar a luz de manera más sencilla y segura para ellas y sus bebes. Los quiroprácticos se han ocupado de las mujeres embarazadas desde hace ya muchos años. Empero, recientemente, con el aumento del interés en los partos naturales y en un esfuerzo por evitar tener que recurrir a la cesárea, un número cada vez mayor de madres ha incorporado la quiropráctica en sus cuidados prenatales.

A medida que el peso de la madre se incrementa, su centro de gravedad se desplaza hacia arriba y hacia adelante y su postura tiende a compensar el cambio como consecuencia, predisponiendo nervios, músculos, huesos y tejido conectivo contra el daño.

Adicionalmente, las hormonas que se producen en el embarazo proporcionan la laxitud de los ligamentos necesaria para dar a luz, lo que añade inestabilidad en todas las articulaciones, incluyendo la columna vertebral y la pelvis.

El cuidado quiropráctico va a crear más estabilidad y balance a la pelvis y la columna. Un estudio comprobó que el “94% de las mujeres que durante su embarazo han tenido cuidados quiropráctico mostraron mejoría clínica sin efectos secundarios”.

Esta es una lista de los síntomas que se pueden mejorar con los cuidados quiroprácticos:

  • Dolor de espalda incluyendo dolor sacroilíaco y del cóxis.
  • Neuralgia del nervio ciático, glúteos o piernas.
  • Dolor de cuello.
  • Deficiente movilidad y flexibilidad.
  • Fatiga.
  • Síndrome del túnel carpiano
  • Disfunción de la sínfisis púbica.
  • Prevención contra un lento trabajo de parto.
  • Prevención contra el estrés en el sistema nervioso del bebé.

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Cambios durante el embarazo

Los cambios hormonales y estructurales pueden conducir a la desalineación y al dolor que experimentan muchas mujeres en la espalda baja durante el embarazo, dolor que afecta su rutina diaria y su calidad de vida.

Sin embargo, la desalineación de la columna vertebral y la pelvis tiene consecuencias más importantes en una madre y el desarrollo del bebé. En quiropráctica, estas desviaciones tienen el nombre de “subluxaciones”. Estos bloqueos provocan una sobrecarga de estrés para el sistema nervioso de la madre, menoscabando potencialmente sus sistemas vitales, músculos y órganos. Durante el embarazo, cuando los sistemas del cuerpo de la mujer están básicamente funcionando por dos, cualquier interferencia a la transmisión de los nervios que soportan su función puede ser perjudicial para su salud y bienestar, así como para la del crecimiento del bebé.

Quizá el padecimiento más notorio relacionado con el estrés es la llamada “restricción del crecimiento intrauterino.”

Restricción del Crecimiento Intrauterino y los efectos en su bebé.

“Se ha comprobado que los ajustes quiroprácticos pueden ayudar a reducir el trabajo de parto en un 24% en madres primigestas y hasta en un 39% en madres con partos previos.”

Para entender esta afección, es importante tomar en cuenta la pelvis de la madre y los numerosos ligamentos clave que soportan el útero. A medida que crece el bebé, su papel se vuelve cada vez más importante. Si la pelvis de la madre se ajusta durante el embarazo, el útero va a lograr simetría en su soporte, lo que permite proporcionarle al bebé un espacio óptimo para que tenga libertad de movimiento, sin restricciones.

En caso contrario, si el sacro de la mujer (el hueso triangular más grande de la pelvis) está desalineado, esto afectará la alineación de toda la pelvis. La desajuste pelviano provoca un efecto desequilibrado de tracción en los ligamentos uterinos, lo que explica por qué algunas mujeres tienen sensibilidad en un lado más que en el otro. La restricción del crecimiento intrauterino puede provocar torsión del útero, limitando el espacio disponible para el desarrollo del producto. Esto puede inhibir el desarrollo de la columna vertebral de bebé.

La restricción del crecimiento intrauterino no sólo compromete la posición fetal, sino que también puede poner en peligro el futuro de la salud del bebé al afectar su sistema nervioso. La posición óptima para el nacimiento es occípito anterior (de cabeza con la vista hacia la espalda). Cuando el bebé se presenta en posición pélvica (de nalgas) o posterior, con frecuencia provoca un desequilibrio en la pelvis de la madre, forzando al bebé a asumir una posición que lo puede comprometer.

Aún cuando el bebé presente una posición occípito anterior, la cabeza puede estar inclinada hacia un lado, lo que recibe el nombre de “asinclitico”. Mientras que esta posición pudiera ser menos problemática que la pélvica o la posterior, sí puede provocar un parto más largo, menos cómodo y más complicado. Idealmente, el cuello del bebé debe estar flexionado hacia el frente sin inclinación hacia ninguno de los lados.

La inteligencia propia del cuerpo busca la ruta más fácil para expulsar al bebé. Si la biomecánica de la madre está comprometida, es más factible que se recomienden e implementen intervenciones obstétricas, tales como los medicamentos. Todas y cada una de esas intervenciones tienen efectos secundarios para ambos, madre e hijo.

Previniendo las intervenciones

Todas las intervenciones obstétricas incrementan la posibilidad de enfrentarse a procedimientos subsecuentes más serios. Por ejemplo, con cualquier intervención (ej. anestesia epidural, etc.) el riesgo de parto asistido mecánicamente mediante el uso de forceps y extractores de vacío así como de parto quirúrgico (cesárea), se multiplica substancialmente. Estos métodos no naturales de parto son peligrosos y traumáticos tanto para la madre como para el producto. Un cuidado quiropráctico adecuado, sin embargo, es una herramienta valiosa para disminuir la dependencia de estos procedimientos invasivos.

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Trauma Natal

La clasificación médica de trauma natal nos indica que es cuando el bebé presenta fractura de clavícula y hueso humeral, daño neuromuscular tal como parálisis de Bell o daño severo en la columna vertebral.

La clasificación quiropráctica del trauma natal es mucho más específica y muy distinta. Evidencia del trauma de nacimiento es cuando el bebé presenta desajuste de su columna afectando ésta el funcionamiento del sistema nervioso. Este tipo de traumas menos obvios pueden ser detectados por los quiroprácticos tan pronto como el niño nace. La experiencia única de los quiroprácticos es capaz de detectar y corregir estos desajustes con un toque gentil del cráneo y columna del bebé. Cuando los padres comprenden la importancia del funcionamiento del sistema nervioso y el trauma de nacimiento potencial, reconocen la importancia de llevar a sus hijos a revisión inmediatamente después del parto.

Afortunadamente, los padres de hoy en día están siendo cada vez más conscientes de la importancia de la biomecánica de la pelvis materna durante el embarazo.

Proporcionando la atención correspondiente no sólo se logrará un embarazo más cómodo sino que se optimizará el desarrollo del bebé y contribuirá hacia un nacimiento más sencillo y menos riesgoso tanto para la mamá como para el bebé.

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Los tratamientos utilizados en las madres embarazadas son extremadamente gentiles y nos esforzamos por hacer de ella una experiencia lo más agradable y relajante posible. Para conocer más sobre los tratamientos haga click aquí.

[i] 1. Lisi AJ. Chiropractic spinal manipulation for low back pain of pregnancy: a retrospective case series. J Midwifery Womens Health. 2006 Jan-Feb;51(1):e7-10.

[ii] 2. Fallon, J. The effect of chiropractic treatment on pregnancy and labor: A comprehensive study. Proceedings of the World Federation of Chiropractic. 1991, p24-31.