Adriana
El primer acercamiento con la quiropráctica fue en el año 2009, después de una caída que tuve en un bosque. En ese momento trabajaba en un hermoso hotel en Valle de Bravo.
Tuve que acudir como primera opción a un hospital y a un médico tradicional quienes en ese momento hicieron el trabajo de rutina con un examen de radiografia. Aparentemente solo tenía las cervicales y lumbares comprimidas debido a la caída y me enviaron a casa con un descanso de 3 días y una bolsa llena de medicamentos entre ellos analgésicos y desinflamatorios. Después del tiempo de reposo obligatorio, y sin haber disminuido el dolor y sin poder ser capaz de levantarme de la cama sin ayuda, volví a regresar ahora con un ortopedista quien me comento de inmediato que el paso siguiente era una serie de exámenes ya que la única posibilidad de recuperarme era a través de una operación. Me di cuenta que tenía que buscar otras opciones ya que solo seguía empeorando, pero me negaba a pensar que solo ese camino me quedara.
Dias después decidí acudir a una quiropráctica recomendada por una amiga. En ese momento no tenía idea de que era lo hacía ni que iba a suceder conmigo.
Sin embargo desde el primer momento, supe que mi doctora iba a ayudarme. Me explico que una de las vértebras de mi cuello estaba oprimiendo los nervios que me causaban todos los síntomas anteriores! Su apoyo y confianza en lo que hacía con la quiropráctica hicieron que una semana después volviera a mis actividades normales; y lo mejor sin operación en un quirófano y sin medicamentos!
A partir de ahí me di cuenta de lo importante que es tener salud en nuestras vidas y como ayuda a proyectar nuestros sueños.
Todos los días, como asistente del Dr. Marcus en Family Chiropractic agradezco ser testigo de los cambios positivos en los pacientes y en sus familias. Poder servir y ayudar a que cada vez más familias sepan los beneficios que nos da la Quiropráctica y ser una muestra de ello.
Saber y tener la confianza que nuestro cuerpo es muy sabio, que tiene lo que necesita para auto regularse y auto restablecerse y que la quiropráctica puede ser la diferencia entre merecer una vida feliz y con calidad o una vida acompañada de dolor y malestar, con pausas acompañadas de medicamentos o drogas.
De lo mejor en mi día es ver las sonrisas de los pacientes: adultos y niños, que puedan encontrar en esta clínica un lugar de apoyo y bienestar, donde su experiencia sea de salud, armonía y amor.