Los quiroprácticos son frecuentemente confundidos por “hueseros” porque normalmente utilizan el contacto con las vértebras durante su tratamiento. Sin embargo, lo que en realidad están haciendo es ejercer un efecto sobre las articulaciones o el músculo que a su vez afectará el sistema nervioso, lo que permitirá al cuerpo sanarse a sí mismo. Es algo así como apagar y encender una computadora cuando ésta comienza a hacerse lenta.