¿Qué puede hacer la quiropráctica por su hijo?
El propósito de la quiropráctica es eliminar cualquier interferencia sobre el poder de curación natural del cuerpo. Cuando ese poder se libera, los resultados de sanación pueden ser muy profundos.
Hoy en día encontramos que más padres llevan a sus hijos a quiroprácticos con problemas de salud del día a día con los que todos estamos familiarizados: resfriados, infecciones del oído, cólicos, dolores de estómago, tortícolis, escoliosis, alergias, orinarse en la cama, caídas, traumatismos del parto, dificultades de lactancia materna y las mil y un cosas que todos los niños atraviesan a medida que crecen.
Los quiroprácticos no tratan la enfermedad
Es muy importante entender que la quiropráctica no es un tratamiento para la enfermedad. Su objetivo es reducir la tensión nerviosa espinal, una padecimiento grave y a menudo imperceptible que la mayoría de los niños tienen. La tensión nerviosa espinal también conocida como subluxación vertebral, ocurre cuando hay una mala alineación o distorsión en la columna vertebral que interfieren con el funcionamiento adecuado del sistema nervioso. La tensión nerviosa espinal puede debilitar los órganos internos, ocasionar menor resistencia, reducir el potencial de curación y sentar las bases para la enfermedad y los trastornos de todo tipo.
Cuando un quiropráctico elimina la tensión nerviosa espinal, el poder curativo del cuerpo se libera: el sistema inmune trabaja con más eficiencia, la resistencia a la enfermedad aumenta, y las funciones del cuerpo de su hijo trabajan de manera más eficiente. Su hijo puede entonces responder más eficientemente a las tensiones ambientales externas e internas tales como gérmenes, cambios en la temperatura, toxinas y todas las otras fuentes de tensión con las que entra en contacto.
¿Qué causa el estrés espinal en los niños?
La tensión nerviosa espinal puede ser causada por diversos factores. En los bebés, el estrés físico puede comenzar en el útero, si el bebé está torcido o en una posición distorsionada. La tensión nerviosa espinal en los recién nacidos es más común de lo que antes se pensaba. Esto puede ser causado por un nacimiento traumático o difícil que puede causar una gran tensión al cráneo, pelvis y la columna vertebral del bebé. A lo largo de la infancia, los traumas infantiles normales pueden ser una fuente de trauma espinal y craneal. La mayoría de las veces, el dolor de la lesión inicial “desaparece”, sin embargo los daños sufridos sigue afectando a la función futura del sistema nervioso del niño.
Hoy en día más y más padres no quieren sólo enmascarar los síntomas con medicamentos y están preocupados por los posibles efectos secundarios. Su deseo de alcanzar un estado de verdadera salud, los lleva a buscar más opciones de cuidado que soporten la capacidad natural de sus hijos para estar sanos. El cuidado quiropráctico es una de esas opciones.
Todos los niños se desempeñan mejor con una función nerviosa al 100%. Los niños tienen el derecho de expresar su máximo potencial. El cuidado quiropráctico para los niños es seguro, suave y eficaz. Permite la expresión de un máximo potencial como debe de ser.
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